domingo, 17 de diciembre de 2006

Comic Político en Chile









Los años 80 fueron de los de mayor movimiento para la caricatura política, quizás porque muchos se la jugaron a pesar de tener miedo de las consecuencias. Incidente importante para el humor gráfico chileno es el Bando N° 19, de 1984, que prohíbe el humor político en revistas de oposición y en el diario "Fortín Mapocho", lo que se convirtió en un verdadero chiste. Se hacían juegos en los que se pedía que se unieran los puntos y se creara su propio dibujo. En esta década, la tradicional "Ercilla" mantiene, desde junio de 1980 y hasta 1990, una sección de humor político llamada "En la Cumbre", de Jaime Oddo Muñoz, que firma Van-Dog. Inicialmente a color y luego en blanco y negro, se centraba generalmente en la actualidad internacional. Las revistas de oposición son "Análisis", donde, desde 1988, dibujara un joven de 23 años, Luis Marco Henríquez Rojas, más conocido como Mico. Nacido en 1965 y ex estudiante de Arte de la Universidad Católica, y de grabado y dibujo en la Universidad de Chile. Luego, pasará por "Punto Final", el diario La Nación, y "primera Línea.cl Diario Internet". La revista "Cauce" tiene a "El gato" como dibujante, incluso en algunas portadas. Además, cuenta con Eduardo de la Barra, que también colabora en "Apsi", junto a Guillo. En esta última, un dibujo de Guillo, como portada para el especial "Apsi Humor", de agosto de 1987, ocasionó la requisición de la revista, ya que Pinochet aparecía como Luis XIV. El Gato es el alias de Juan Carter, estudiante de arquitectura que luego de lanzar, en 1988, un libro llamado "Atención Chile", con caricaturas de Pinochet, se traslada a España, donde actualmente reside. En revista "Hoy" el director era Abraham Santibáñez y el subdirector Hernán Millas. El dibujante sigue siendo Rufino y sus monos son "Cosas de Rufino". También dibuja Hervi. Rufino ganara el Premio de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, en mención caricatura en 1987. Sus trabajos se encuentran en los libros "¡Psst…! (monos de Rufino)", de editorial Aconcagua, año 1983, y "Rufino ataca de nuevo", de editorial Antártica, año 1986. La revista sacará "Humor de Hoy", desde agosto de 1987 a febrero de 1988. Se presenta este suplemento, o revista especial, con un editor que es Rufino y colaboran, escribiendo o dibujando, los siguientes autores: Hervi, Themo Lobos, Eduardo de la Barra, Guillo, Nakor, Albornoz, Alfredo "Payo" Grondona, Ricasso, Patricio Amengual, Venegas, Palomo, El Gato, Bartolo y los escritores Guillermo Blanco y Jorge Montealegre. Jorge Montealegre es poeta, guionista, escritor e investigador del cómic. También oficia de editor, en ocasiones. Nació en 1954. Guillermo Bastías Moreno, simplemente Guillo, nació en 1950, estudio arquitectura y cine en la Universidad Católica, y dibujo humor político en "Apsi" y los diarios "El Mercurio" y "La Tercera". Obtendrá, en 1988, el Primer Premio en el Salón Internacional de Humor Gráfico de Montreal, y después obtendrá el Primer Lugar en el Concurso de Humor Gráfico de Duisburg, Alemania. Sin ser netamente de humor político, ya que además hay humor de espectáculos, se presenta la revista "La Chuchoca", con 36 números en 1984, semanal, tamaño tabloide y, luego, como revista estándar, a color. El director es Alfonso Ortega, el famoso Julián Barreta y la producción es de Socom Ltda., impreso en Lord Cochrane. Dibujan Nelson Soto, Avelino García, que era el dibujante estable, firmando A.G. o A. Gallo, Guillermo Varas, que firma Guivar y Jorge Dahm. No hay creación de personajes, pero si se usan a los políticos y figuras de televisión. Ya en vísperas de las elecciones presidenciales, pasado el plebiscito de 1988, se hace más humor político y surgen las revistas de campaña. Destacamos las siguientes: Revista "Sepa", presenta una segunda etapa entre julio de 1987 y octubre de 1989, impresa por Servicios Periodísticos Asociados, con 116 números. Se presenta un suplemento humorístico llamado "Cambalache", donde dibuja Lugoze, Goy, Guivar y hay tiras antiguas de Nelson Soto. RGA Periodismo presenta "El Bisturí de papel", dos números de junio de 1988, continuado por "El estilete de Papel", que duraría hasta enero de 1990, en su número 30. En sus primeros números también se inserta "El Aguijón". Su lema "una publicación seria que revela lo poco serios que suelen ser los políticos", continuara desde el N° 16 en forma independiente. Llegará a 41 números en enero de 1990. Dibujan Goy, Carlos Miranda y Henfil. La revista "El Humanoide" lanza 17 números, entre octubre de 1989 y septiembre de 1990, publicados por Sociedad Editora Los Andes, de propiedad de Sebastián Piñera. De tamaño estándar, es una revista de apoyo a la campaña de Patricio Aylwin y tiene como colaboradores a Themo Lobos, Palomo, Hervi, Nakor y Azarías Emiliano Muñoz Zúñiga, que firma Aza o Azarías, Guillo, Danny, Alfredo Grondona White, Palomo, Rufino, Guivar y los argentinos Quino y Tabaré. Aza nació en 1952, es licenciado en artes de la Universidad de Chile, y ha sido ilustrador en "El Mercurio", "Las Últimas Noticias" y "La Tercera". Otra revista regular es "El Loro", cuyo lema es "la política a todo humor", publicada por ediciones G y G, de Guido Vallejos. Son 26 números entre 1989 y 1990. A dos colores, tamaño estándar. Dibujan Carlos Cárcamo, que firma Carmo, Patricio de la Cruz, Carlos Miranda, Guivar, Basureo, Aza, Devilat, Guidú, Carso, García, Nilson, Landrú y el argentino Fontanarrosa. Escriben Galo, Ernesto González, Alex Estay, Donald Bello y Juan Bley. En los últimos números, Carso dibuja "Don Pato", "El Chasquilla" y "Tío Lico", parodiando a cada uno de los candidatos a la presidencia. Carlos Miranda dibuja "Mi general", Javier Devilat a "Helmut". Además Bohemius, de la Cruz, Carlos Carcámo y Azarías realizan diversas caricaturas. "Don Pato: Humor pa´to-da la gente", 9 números entre noviembre y diciembre de 1989, continuará como "Don Tato: Humor pa’to-da la gente", por otros 4 números, probablemente, porque a alguien no le gustó el nombre, siendo opositor al gobierno militar. Ediciones La Gente Ltda. Director Rómulo Fuentes. Dibujan Guillermo Dúran, más conocido como Guidú, Mc Claud, Antón, Bartolo, Nacho. La única historieta de creación de personaje es "Fray Catapilco" por el Toto Chere. "Sacapica", los políticos también se ríen, editado por Sociedad de Comunicaciones y Compañía, en noviembre de 1990. Director Fernando Prádenas Zúñiga. Un sólo número conocido. Dibuja Brali, Carlos Miranda, Kako, Bartolo y Devilat. Por último, en algunas revistas culturales, de carácter alternativo, se presentan algunos dibujantes con tinte opositor al gobierno militar. Destacamos las siguientes: En "La Bicicleta", el dibujante Hervi continúa "Supercifuentes, el Justiciero", ya reseñado en la década anterior. La revista sale entre 1978 y 1988. Reaparece por breve tiempo en 1990.



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Comentario

¿ Qué entendemos por Comunicación Política?

Por Andrea Miranda

Pensemos esta idea de forma global. Cuando pretendemos acercarnos a un análisis del término comunicación política o ¿qué es la comunicación política? Es necesario incorporar la comunicación a una realidad más inclusiva de la que ella misma es parte. Pienso que la perspectiva sistémica ofrece una respuesta satisfactoria. El sistema social global es el Suprasistema que engloba al sistema de la comunicación política.Entendido ese punto, es necesario dividir el término comunicación y el término política. La comunicación y el lenguaje por un lado se pliegan como el espacio infinito de fuerzas acciones simbólicas, propias de la actividad humana. Lo político es el proceso de significación, aquella potencia creativa, inventiva. También hay que agregar algo más , como lo dice el profesor, tomar en cuenta las nuevas tecnologías de comunicación y la práctica histórica de lo político. Entender este campo de estudio de la comunicación es acercarse al ejercicio mismo del concepto de política, en el marco de la sociedad en la cual habitamos todos. No creo que sea tan mala la politización de la vida social siempre que dejemos la clara delimitación de los límites de la política

Comentario de una exposición del curso

Nobleza obliga, necesidad exige

Comentario a la exposición del tema “Crisis en el PPD” de los compañeros Tumbelino, Jorge y Ana


Por Andrea Miranda

Primero felicitaré a los compañeros, ya que su presentación me gustó muchísimo se notaba preparación y dedicación del tema.Bueno respecto al comentario creo que esta crisis del PPD es una repetición agravada de crisis anteriores. La falta de transparencia, las infracciones a la probidad y las sangrientas disputas internas subrayan la ausencia de objetivos e ideología. Además de acceder, mantener y aumentar cuotas de poder, el PPD parece no tener objetivos por los que luchar. En el Chile post dictadura, todos los partidos están por la democracia…Por otra parte el sistema electoral obliga a los partidos a competir con sus socios de coalición, la crisis del PPD está siendo aprovechada por el PS, PDC y PRSD. Mientras más caiga el PPD, más pueden subir los otros. Desafortunadamente, el espacio que ocupaba el PPD al ampliar la Concertación más allá del socialismo y la DC está desapareciendo. Porque su fortaleza fue la diversidad, La Concertación debe rescatar al PPD para asegurar futuros triunfos.Mmmm ¿ estaremos hacia el fin de la concertación? Esa es la consigna.Evidentemente es el fin, cuyos orígenes son del principio de la Concertación en el gobierno, ya que hoy, sin perjuicio que en el actual haya corrupción, el arrastre viene de la permisividad con que pudieron actuar los inmorales que percibieron que llegaba su era, para quienes “La alegría ya viene”. En qué consistía tal “alegría”? en todo caso, no me importa de sobremanera este tipo de corrupción, me refiero al de la “tranza”, sino más bien , creo que me importa mucho más la Cleptocracia…o ladrones del trabajo humano, Esa para mí es la verdadera y las más poderosa corrupción…la de los cuerpos de la energía humana.
Continuando con la idea los partidos tienen capacidad infinita de reinventarse, son verdaderos camaleones con capacidad extraordinaria de adecuarse a las circunstancias y camuflarse según les convenga. Podrán cambiarse el nombre, diseñar nuevas formas de lenguaje y propaganda, pero en la práctica solo se reafirman, no cambian! Y todo sigue igual…Estos escándalos eran imparables y la concertación lo sabía, por eso pusieron a una mujer a la cabeza en su machismo encubierto - para esconderse entre las polleras de una mamá.Otros mas optimistas dirán: La presente crisis es la oportunidad de institucionalizar mecanismos de fiscalización y participación que permitirán tener partidos más democráticos, sanos y representativos, como las crecientes iniciativas de control y transparencia del gasto electoral o la institucionalización de las elecciones primarias en las coaliciones. Pienso que esta “pandilla” no se desarma, son muy fuertes comunicacionalmente, gobiernan con la imagen, mientras en el interior de sus partidos, tienen un caos. Lo que tengo claro es que la concertación, no cortará el cordón umbilical tan fácil, ya que cuando llega el periodo eleccionario, se ponen de acuerdo, mandan a sus perritos falderos a contar lo maravillosos que son, roban la plata de Chile , para comprar conciencias, y de esta forma, siguen gobernando.

Comentario de un libro

Comunicación Política
Juan Pablo Arancibia
( Capítulos I-III-V)

Mutación profunda en los procesos Históricos de significación

Por : Andrea Miranda



El lenguaje y lo político

Este libro trata de entender las transformaciones vividas por la sociedad chilena en las últimas décadas, utilizando como eje central la relación entre comunicación-cultura. Apuntando específicamente al objetivo de elaborar una interpretación crítica de la relación entre los discursos comunicacionales , la conformación del espacio público y una cultura cotidiana masiva en nuestro país.
El autor afirma que la comunicación política “es un fenómeno moderno, reciente
que no consiste sino, en la suma o el encuentro de dos dimensiones específicas las nuevas tecnologías de la comunicación y la práctica histórica de lo político”. Afirmar que se trata solo de la incorporación de un conjunto de novedosas técnicas , soportes y formatos, al ejercicio de la política , constituye una reducción tal , que antes de empezar a intentar pensar la complejidad del asunto , solo termina por esquetimatizarlo mediante cómodos modelos y categorías anquilosadas. La conceptualización antes explicada hace hincapié en la idea de ver la comunicación política como un proceso indispensable para el espacio político contemporáneo y como los cambios en la manera de consumir han alterado las posibilidades y las formas de cada ciudadano en nuestro país. El autor intenta visibilizar un aspecto específico de la relación entre el lenguaje y lo político, así plantea la existencia de un vínculo interno, consustancial constitutivo y constituyente , que no es reciente si no más bien se remonta a la configuración discursiva clásica de lo político. De esta manera el discurso, el hablar, el lenguaje configuran en sí mismo un régimen de politicidad.
Para dar está noción de resultados, el autor se abastece de ciertas corrientes filosóficas en los orígenes Helénicos sobre el concepto de retórica, la implicancia política del Logos como también el valor fundamental de la parrehèsia, en Platón. Así, “lo político del lenguaje no es un contenido si no su propia posibilidad”. Por ello explica que la condición de posibilidad de lo político es el lenguaje, no como proceso mecánico de traspasos de signos, si no como espacio de irrupción. Es necesario referirnos al lenguaje y lo político como las vías de interacción que dan lugar a los medios de comunicación modernos . El análisis de estas formas de interacción nos provee de una perspectiva sobre las formas en que los medios de comunicación han alterado las condiciones de la vida social y política.
Cuando el académico se acerca al concepto de espacio discursivo, lo entiende como la condición posibilitante de la comunidad política. Lo que sostiene el plexo entre el discurso y lo político es el poder. El poder dice, “es el que mantiene la existencia de la esfera pública, aquel espacio de aparición entre los hombres que actúan y hablan” Debo expresar que más allá de la concordancia con el autor , no creo en un dominio o un control total de la vida, a través de esta forma de poder, ya que mientras siga imperando la lógica del individualismo en la sociedad chilena , el plexo existente entre el discurso y lo político es un poder irreal, algo inexistente. Creo que el ejercicio de poder contemporáneo y la forma de la política actual, van por el camino de reducir los sujetos políticos a vidas humanas en su mínima expresión. Es precisamente esta relación íntima que existe entre el lenguaje y lo político la que actúa como eje central y lo conduce a examinar el proceso de mediatización como un régimen de politicidad, una condición histórica, específica, que constituye y despliega cierta modalidad de lo político y del poder.

“irrupción, expansión e intensificación de los actuales procesos de mediatización”

Los actuales procesos de mediatización en la sociedad parecieran ser una cuestión de relativo acuerdo. Particularmente la afección sobre lo político habría alcanzado este proceso ya que se entiende como algo de sentido común. El autor trae a tribuna nuevamente esta suerte de suplantación, desplazamiento o superación que la imagen produciría de la palabra .Y agrega además que “ya no impacta ni conmueve a nadie”.
Estamos de acuerdo que los medios de comunicación dan origen a varias formas de interacción que se diferencian en diversos aspectos de la interacción y sus características espaciales y temporales. Previo al auge de la imprenta en la Europa de la Edad Media tardía y la Era Moderna temprana , el intercambio de contenidos e información era simbólico. Mas, con el surgimiento de la industria de la imprenta en los siglos XV y XVI y el desarrollo de varios tipos de medios electrónicos en los siglos XIX y XX , los componentes de la interacción social han cambiado. Si lo pensamos bien quizás el dispositivo de la palabra no ha sido desplazado, pero si complementadas por otras formas de interacción social , que han asumido un rol crecientemente importante. También puede ser que el desarrollo de estos nuevos medios de comunicación crean nuevos campos de acción-interacción que involucran formas diferentes de visibilidad para cada uno de nosotros.
En esta parte del libro el autor, se pierde, se extravía al tratar de recorrer analíticamente los pliegues o vértices de la escenografía discursiva. Nos movemos dice , “hacia un territorio cuyo espesor discursivo y cultural ya no se reduce fácilmente a categorías cristalizadas , si no que más bien , exhibe , los límites precariedades y agotamiento de los cuerpos teóricos y tradiciones analíticas . “el campo que aquí se abre, al que precariamente hemos consentido en seguir denominando mediatización de lo político”. Continuando con la idea, las vastas y complejas concepciones de lo político, el extenso campo de comprensiones de la comunicación , así las distintas y múltiples derivaciones en el orden de las relaciones y las prácticas sociales terminan siendo un campo ilimitado para la investigación. Me pregunto entonces si es, en éste “cruze politico-comunicacional” donde se enmarcan el horizonte de las respuestas. Que pasaría si usáramos la lógica estratégica como la función de establecer las posibles conexiones entre términos dispares. Para ser más clara que pasaría si se intenta eliminar el “contagio” separando a los enfermos…

El académico, critica las transformaciones que se han ido gestando en la relación entre comunicación y política y dice que sus propios vocativos son motivo de tensión. “Trátase de nociones relativamente recientes y que principalmente surgen desde el campo de estudio de la comunicación, para examinar como las transformaciones de la comunicación han afectado decisivamente el proceso de transmutación del concepto y del ejercicio mismo de la política en al marco de la sociedad contemporánea”.
También dice, que hay una emergencia de una politicidad mediatizada a la que muchas veces vemos reducidas solo a la mera dimensión espectacular -especular de la política. Comparto el punto de vista con el profesor, pero no debería extrañarnos ya que hoy, con un capitalismo financiero triunfante, la sociedad espectacular - especular ha multiplicado sus esfuerzos para encapsularnos en una burbuja tipo matrix. Y este capitalismo desalmado ha tomado los medios por su cuenta. Aquí es cuando se denuncia la desintegración del espesor de la política, obliterada ahora por el espectáculo de la forma a partir de la irrupción de la televisión y su fusión con la política solo acentúa estos rasgos de espectacularidad. “exacerbar el régimen de la visualidad, en desmedro del espesor argumental”. Pareciera que estas transformaciones de la comunicación y la política, son percibidas como el conflicto medular de todo análisis. Antiguamente la clase política controlaba la representación de su discurso instalando tribunas apropiadas mientras una prensa partidaria retransmitía fielmente el discurso. La llegada de la televisión ha creado nuevas arenas a las que los políticos necesitan adaptarse. Para explicar mejor esta afirmación sobre lo que es la video-política el autor, cita a Wolton y sus tres componentes para la comunicación política: Información, política y comunicación y sus lecturas correspondientes como, la televisión subsumen a la política. La política reduce y subsume a la televisión, la video-política será un nuevo género textual, el video político anuncia la subsuncion de la política al mercado y por último, el video político o comunicación política no constituye ni flagelo ni desgracia ni aniquilación de la política, sino más bien, en la sociedad contemporánea constituye su condición de posibilidad. Por el contrario el autor cita también a Sartori para poner en tela de juicio lo antes dicho por Wolton. Ya que para Sartori la videopolítica o el viopoder no seria si no la decadencia y la descomposición de la política.

Tipologías de la mediatización en Chile

El profesor Arancibia intenta comprender los procesos de mediatización de la política, mencionados anteriormente , así examina un largo y complejo proceso de mutaciones en los cuales se prefiguran sus condiciones de emergencia. Éstas transformaciones y reconfiguraciones habilitan un espacio y una superficie discursiva extensa, difusa accidentada continua y discontinua que se ofrece a fácil elucidación. Bueno acerquémonos un poquito a nuestra realidad, es sabido que junto con el nuevo siglo, está culminando un proceso iniciado con el advenimiento de la industria cultural, a saber un proceso de virtualización de la cultura. Si lo miramos de este modo , América Latina abandona el orden de la escritura, aquel orden colonial primero y republicano luego, la ciudad letrada para devenir una ciudad virtual.

En pocas palabras la hipótesis de arranque sostiene que en la sociedad contemporánea ya no es posible pensar lo político soslayando el fenómeno de la comunicación massmediática . El mercado y la televisión dos amigos inseparables son quizás los grandes jefes de nuestra vida común. Nos llevan a un disciplinamiento del trabajo y del tiempo libre y al congelamiento de todo impulso o toda preocupación por la vida en común. También nos incitan a la pseudo-acción del consumo como posibilidad de llegar a una identidad precaria a través de la identificación simbólica con una cierta clase o con un cierto estilo de vida. Por otra parte el autor propone una caracterización provisoria y contemporánea, del modo que parece ser identificados algunos módulos discursivos de la mediatización de lo político. Actualmente en Chile se pueden identificar diversas formas de aparición de la política en televisión, por ahora el autor distingue cuatro formas de regimenes de visibilidad política-televisiva.
Programas propiamente políticos: aquellos que tienen por finalidad exhibir las figuras, las ideas, los proyectos y participación de los políticos.
Programas de actualidad, noticieros, reportajes, documentales que realizan alusión o referencia parcial o directa a personeros políticos y a su actividad.
Programas Magazines: de conversación eventos y espectáculos. Se trata de módulos textuales que en principio se concentran en la farándula y el mundo del espectáculo pero donde concurren los personeros políticos en su calidad de figura publica.
Mega evento: Franja electoral, debates microprogramas y cadena nacional.

Más allá de las Tipologías…

"La televisión tiende a buscarse a sí misma como prueba definitiva y eso aparece como razonable para los espectadores que se han acostumbrado, al convertirse en público, a ver la televisión sobre todo, como una prueba." (Furio chanchito Colombo)
Resulta un tanto complicado el intentar la exploración de un movimiento tan expansivo y veloz, como el de los medios masivos de comunicación, ya que implica ahondar en sus dinámicas, sus vertientes, sus producciones simbólicas y sus atajos culturales. Sin embargo, en vista del poder que los massmedia han ido cobrando en el último siglo en diversos ámbitos de la vida social, esta exploración reconocedora se presenta como urgente. Esta amplitud del creciente universo comunicativo, se hace presente en todas partes, por ejemplo cuando viajamos en bus de una ciudad a otra, y vemos la televisión . En ese momento nosotros como pasajeros estamos compartiendo un nuevo espacio de relación mediática, compartimos nuevos espacios de interacción a través de un medio de comunicación.
Esto lleva a sospechar al autor, en cuanto significación política se trata. Él plantea que además de la cobertura televisiva a la política, se puede destacar la significación política. Ésta no se juega solo en la pura exhibición, alusión o tratamiento, sino que ella estaría alojada en su propia producción y circulación discursiva. Intuye que “la política en televisión no se comporta solo como referencia, no solo como información, no solo como aparición, no solo como espectáculo, sino que la significación política de la televisión cruza más bien todas sus mallas programáticas, constituyendo a la propia televisión como un agente discursivo y un dispositivo de enunciación política” Para lo dicho anteriormente existen dos consecuencias inmediatas. Primero que la propia tipología aquí propuesta con anterioridad, habría encontrado ya su límite y agotamiento. Y también en virtud de lo anterior aparece la dificultad teórica de re-pensar los propios limites de lo que hasta ahora se ha venido pensando como lo político y como la comunicación.
Por lo tanto es recomendable hacer una comprensión de la mediatización de lo político, por una parte a la noción de política que se ha venido utilizando analizar que ésta se muestra estrecha en cuanto remite y reduce a un puro ámbito de las instituciones a una dimensión jurídico- formal. También hay que hacer una crítica a las no escasas posiciones que leen a la televisión solo como una técnica de transmisión.

“ decir, informar y objetizar”

En este capítulo del libro, el autor explora los fundamentos que soportan el estatuto y operación del periodismo informativo moderno. Lo que se fundamenta es el vasto campo analítico y reflexivo, que ha intentado elucidar. Así mismo se ha tratado de reconocer cual seria su estatuto y rango de objetividad. Debemos reconocer que existe un primer ingreso de modo general y bajo una lógica interna, una matriz referencial que ha pensado dicho problema. Desde la teoría de la información se señalan los ejes centrales por los cuales ha debido transitar el ejercicio interrogativo de la “pretendida ciencia periodística”. Tal como lo cita el autor “la ciencia periodística estuvo cruzada por la tensión entre un hacer practico y la fundamentacion teórica de este quehacer, ello implicaba la problemática de cual debía ser el núcleo generativo del cientista político”
Así el sujeto de la enunciación periodística, diligentemente se transita a la identificación de la esencia fundacional del periodismo, la noticia. Y posterior a ello analiza la noticia desde su lógica de resonancia, es decir la repercusión y sonoridad que esta puede implicar para los constituyentes de una escena social determinada. De ésta manera, se articula un trazado teórico que soportaría científicamente el concepto de la noticia. Bajo ésta lógica la noticia contribuye efectivamente a la información del ciudadano, para que éste obtenga un “buen informar”. Ahora bien, deberíamos preguntarnos ¿cúal es ese buen informar? ¿favorecer la solidaridad, o más bien el individualismo? La respuesta brota espontáneamente: depende del uso que de ellos hagamos tanto emisores como receptores. A veces los medios silencian noticias de alto contenido solidario para el país , por ejemplo, en este mes de diciembre hubo una licenciatura de 4-º medio en la cárcel de mujeres eso significa el primer paso para la tan ansiada reinserción como lo dicen las grandes autoridades de nuestro país . Ningún medio de comunicación se hizo eco de ella aunque a todos fueron avisados con anterioridad . Entonces ¿cómo explicar la escasa resonancia que han tenido en nuestros medios las coberturas hacia las políticas de reinserción social de los individuos privados de libertad?
A partir de ello sostiene que “en tanto no existe la sustancia pura y fundacional del periodismo” pueden existir tantos periodismos posibles como narraciones que se habiliten, luego solo habrá señales de un flujo de múltiples textualidades que se enfrentarían en las avenidas desterritorializadas de lo discursivo.
Observemos ahora el ingreso de la discursividad televisiva. Y el comportamiento que tendría la doctrina periodística moderna. En primer lugar se hace necesario el reconocimiento básico acerca de uno de los rasgos de mayor potencia en nuestra cultura se trata de la importancia que ha adoptado la televisión a la hora de contribuir a la producción de un imaginario social. La llamada "ley Televisa" es fundamental, ya que la televisión es, hoy en día, el instrumento más importante que incide en la configuración de este imaginario. Hay que decirlo con toda claridad, en la sociedad actual incluída la chilena , los padres y la escuela han perdido importancia frente a la TV. Las imágenes visuales y auditivas pasan lo suficientemente rápido como para que el cerebro tenga la posibilidad de trabajarlas con reflexión. El televidente, mientras está frente al aparato, suele ser un ente que capta sin reflexión; y así, el ejercicio de la reflexión se pierde o deteriora. Hoy en día, la televisión es el principal contacto de información que reciben los ojos y el oído. La TV embrutece y domina la información externa al cerebro. Nace en mi la siguiente interrogante ¿ es siempre la televisión una producción del imaginario social? ¿ Porqué no puede existir una contra-producción o crisis de éste imaginario? La CNN nunca ha transmitido en directo las masacres ni les ha dado cobertura permanente en los escenarios donde se produjeron. Por ejemplo la guerra del Golfo Pérsico se transmitió desde el lado de ellos y las explosiones eran como las de los juegos de video, distantes, virtuales, sin sangre, sin escombros, sin familias destrozadas, a pesar de que hubo como 150 mil muertos iraquíes. Lo que más conmociona del atentado a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001 es su puesta en escena, su dimensión espectacular: constatar que en el corazón mismo del capitalismo globalizado, los íconos imponentes del capital financiero y del poder militar fueran desbaratados en unas pocas horas, produciendo miles de muertos y destrucción, en donde era impensable e imposible, yo creo que eso si genera una grave crisis en el imaginario social. A partir de este reconocimiento básico, el autor quiere dejar instalada la pregunta por el estatuto del signo que comporta este régimen de virtualidad

El profesor utiliza un juego de preguntas para referirse a lo que es en verdad un problema no menor colegido de lo anterior se descuelga para interrogar acerca de la tensión que se genera en el canon clásico que distingue entre la verdad y la ficción. Él se plantea preguntas como ¿cual es el objeto mismo? ¿Objetividad a partir de que? Se trata de endosarle un rango de realidad positiva a lo que ya sabemos es “una ilusión instituida como realidad”. Lo que el autor afirma es que el discurso televisivo dominante ya delimita y produce un mundo cuyas invitaciones se cursan en el formato del espectáculo. En resumen se habilita la interrogación y el periodismo se encuentra en su rango de institución discursiva. Dicho de otra manera el autor plantea que el entramando discursivo periodístico comporta un dispositivo discursivo constituyente de los procesos de subjetivacion y procesos de agenciamiento de las fuerzas. Así leído no habría un periodismo objetivo, lo que habría seria un diagrama comprensivo dispuesto como un relato naturalizado. No habría la verdad en el periodismo sino que habría un conjunto de efectos y practicas objetivantes.

Finalmente lo que se deduce es que en la democracia se juega el orden del discurso, de la palabra, en las posibilidades argumentales que se ponen en relación. Dicho de otro modo esa democracia reclama el concurso, no anexo, sino que consustancial de la comunicación. Dicho en su mayor radicalidad lo propiamente político son los procesos de significación en sí mismos, en cuanto campo de litigio y enfrentamiento por la producción y hegemonía de sentido, en cuanto campo de litigio y enfrentamiento por la producción y hegemonía de sentido en cuanto campo general de visibilidad, existencia y legitimidad social. En cuanto proceso histórico de producción material de la vida.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Entre la Alegria y el llanto:El ocaso de Augusto Pinochet, el dictador que divide a Chile



La muerte del ex dictador Augusto Pinochet este domingo ha sacado a relucir la profunda división que, aún hoy, sufre la sociedad chilena. Tanto partidarios del ex dictador como familiares de desaparecidos durante la dictadura han salido a la calle para mostrar su fuerza.



Y tras el golpe, mano de hierro



Tras el Golpe de Estado de septiembre de 1973,
Pinochet instauró un férreo y cruento régimen en Chile que se cobró la vida de miles de personas y desaparecidos y provocó la huida de un millón de personas, que buscaron refugio en Europa, principalmente. El dictador, que sucumbió a su propia vanidad tras proponer un plebiscito que perdió, sobrevive a los intentos de la Justicia de que pague por lo que hizo.
Pedagogía del terrorEl 11 de septiembre de 1973 se instaló cruentamente en Chile una dictadura que acabó con 150 años de historia republicana, impregnó de autoritarismo las instituciones del país y cambió la vida de sus habitantes. En la retina de los chilenos quedará para siempre la imagen de La Moneda en llamas, los estadios convertidos en prisiones y las hogueras en las que ardieron miles de libros "peligrosos".

El mismo día del Golpe, los comandantes en jefe, con Pinochet al frente, se constituyeron como Junta Militar, declararon el país en "guerra interna" y decretaron el Estado de Sitio, que se prorrogó, salvo breves períodos, hasta 1987, toque de queda incluido. Pinochet ejerció el poder con mano de hierro hasta 1990, años en los que implantó un modelo neoliberal a ultranza que, aunque saneó la economía, dejó más de cinco millones de pobres, según cifras oficiales. Algunas investigaciones señalan que la presencia de fuerzas militares en las calles, los helicópteros sobrevolando las ciudades de noche y los arrestos a plena luz del día contribuyeron a instaurar la "pedagogía del terror" del régimen.
Como legado político, además, Pinochet dejó una Constitución, aún hoy vigente, y diversos coletazos autoritarios que los gobiernos democráticos no han podido desatar, como la figura del senador vitalicio, que sirvió al dictador para esquivar el banquillo en el que ajustar cuentas con la Historia. En 1988, tras negociar con algunos sectores de la oposición a la dictadura, Pinochet llamó a un plebiscito con el que pretendió legitimar su Gobierno. Perdió y su derrota marcó el fin de una sangrienta dictadura.






Murió el dictador sin condena


La Justicia sólo logró acorralarlo, pero no condenarlo. Y así se fue, sin rendir cuentas. Su avanzada edad y su supuesta mala salud impidieron a muchas de sus víctimas, a los hijos de sus víctimas y al resto del mundo, poder verlo tras unos barrotes. Sin embargo, ha pasado sus últimos años recluido bajo arresto domiciliario, desprovisto de su antigua inmunidad parlamentaria como senador vitalicio y rodeado de un aura de ignominia que le ha privado de la veneración y el respeto del pueblo chileno.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Augusto Pinochet

Tiranosaurios

Un viento borrascoso de agonía sacude la hojarasca que malcubría a los últimos tiranosaurios de América. Llega la glaciación y es tiempo de extinciones, hora de morir después de tanto tiempo de matar. El corazón de piedra de Pinochet se pudre en un hospital de Santiago, entre las alamedas ya democráticas de la última primavera austral, mientras las esquinas desconchadas de La Habana susurran la ausencia del Comandante en el cincuentenario del «Gramma», conmemorado por patéticos discursos de huecos guiñoles de cartón asustados ante la orfandad de su tiranía. Se va el caimán, se marchan los últimos caimanes del siglo XX por un pico de la Historia que sembraron de muerte, desolación, opresión e infamia.
Ha cambiado ya el ciclo de las dictaduras hispanoamericanas, sustituidas ahora por neocaudillismos de apariencia democrática que se renuevan a sí mismos en pantomimas electorales como la que Hugo Chávez diseña a la medida de su vociferante populismo de barraca. Y el tránsito simultáneo de Pinochet y Castro constituye una especie de relevo simbólico a ambos lados del hemisferio político, como si el libro de los despotismos se cerrase de golpe en el anaquel del pasado. Ambos van a morir, sin embargo, en sus camas, a salvo de la ira que desataron, a bordo del privilegio de serenidad que negaron a tantas y tantas víctimas de su crueldad: derrota silenciosa de la justicia que no ha logrado colocarles en el lugar exacto que demandaba su vileza. Pequeñas diferencias objetivas, empero: Pinochet negoció la impunidad a cambio de una evolución sin traumas rupturistas, y hoy Chile es una próspera democracia gobernada por una izquierda razonable. Castro decidió morir con las botas puestas, en numantina rebeldía contra la razón histórica, y ha condenado a su pueblo a una innecesaria agonía de privación y de tristeza. Inútil discutir quién fue más cruel o más vesánico, porque ambos representan el lado oscuro de la condición humana, por más que cierto progresismo de salón decidiese convertir al cubano en el icono de una revolución que nunca desearon para sí mismos estos adalides de la gauche caviar. Detrás de los dos dinosaurios queda una estela de represiones, fusilamientos, torturas, cárceles y exilios; un sendero de abyección y vileza que sólo desde el sectarismo puede hallar magros paliativos de una casuística miserable y hemipléjica.
Ni una lágrima por ellos, pues, ni un pestañeo de compasión ni de misericordia. Si acaso, el lamento de que hayan tardado tanto en desfilar, y lo acaben haciendo bajo el imperativo de la biología; todo lo más, la pena de que no les haya alcanzado siquiera de refilón, como a Somoza o a Trujillo, una migaja de la venganza y la rabia que sembraron, un ápice de la zozobra que causaron, una gota del veneno que inocularon en su delirio de despótica autocracia. Desearles que descansen en paz sería sólo un piadoso alivio si lo hicieran pronto.
IGNACIO CAMACHO

Zapatismo

El Zapatismo y la Biopolítica


Desde su irrupción, el Zapatismo ha sido definido como un sujeto político extraordinario para América Latina. Uno de sus rasgos más singulares ha sido el plano discursivo ya que junto a categorías clásicas para las guerrillas latinoamericanas, hicieron uso novedoso de otras como Sociedad Civil y Neoliberalismo que aportan en la constitución de un nuevo sujeto político al identificar un “Nosotros” y un “Otro”.En este sentido, la categoría de Rebeldía como significante vacío le permitió al zapatismo articular una serie de demandas de grupos subalternos que lo constituyen como un sujeto capaz de hegemonizar a otros sectores y abrir un proceso de subjetivación colectiva.
Siempre he pensado que la relación entre vida y política ha adquirido una especial centralidad en el ultimo tiempo, ya que todos los análisis giran en torno a la cuestión de la biopolítica y los biopoderes, por eso toda esta reflexión sobre la vida adquiere una dimensión política , desencadenante de luchas reales.

Miremos el levantamiento zapatista como éste marcó un hecho histórico para América Latina en cuanto “síntoma” en medio de la hegemonía del pensamiento económico, político y cultural del neoliberalismo. A partir de allí, se sucedieron varias y disímiles experiencias subalternas en Latinoamérica protagonizada por campesinos, indígenas, desocupados y otros sujetos que pusieron en cuestión un orden social excluyente para grandes mayorías en la región. El zapatismo, como todo proceso novedoso de movilización popular tuvo que construir nuevos imaginarios, alteridades, discursos y formas de lucha para articularlos con las viejas e historizadas prácticas, narraciones e identidades subalternas. De esta manera, mientras se preconizaba el fin de la historia y la muerte de las utopías y, en particular en América Latina.

Para Hanna Arendt no hay nada que necesite tanto del discurso como la acción humana. El zapatismo llevó este aspecto en el corazón y radicalizó el precepto entendiendo que la palabra es una forma de acción que en ocasiones puede ser más efectiva que la acción armada. Con esto no queremos decir que en todo momento las palabras zapatistas puedan reemplazar a las armas, justamente las armas insurgentes son -para decirlo kantianamente- “condición de posibilidad” de la palabra del sureste mexicano. Las palabras no hubieran sido escuchadas si no fuera por la acción que le precedió y que instaló un campo semántico propicio.

En la historia de los disímiles movimientos de liberación nacional que germinaron en América Latina, jamás el interlocutor o el sujeto fue la “sociedad civil”, sino el pueblo, la clase o algún tipo de agrupamiento subalterno con intereses materiales contradictorios con el bloque dominante. El concepto de sociedad civil, si bien de larga data y central en el pensamiento político clásico , nunca fue un actor o espacio que las organizaciones populares hayan identificado como valioso. Sólo fue incorporado en el debate teórico en la década del ochenta por los investigadores de las llamadas transiciones a la democracia. Allí, funcionaba como categoría explicativa para dar cuenta del éxito o fracaso de los procesos de consolidación de las democracias liberales en América Latina. No obstante, el discurso zapatista reconoció ese espacio como lugar de organización
Siguiendo con la idea ,el levantamiento zapatista se argumenta, se mueve en un doble plano discursivo. Por un lado, sigue una estrategia de acumulación más o menos clásica con un enemigo representado por el “mal gobierno”. Por otro lado, y vinculado a lo primero pero dotando al EZLN de una capacidad de implicancia internacional se refuerza al neoliberalismo como el gran enemigo, ese gran Otro al que hay que enfrentar y frente al cuál nos identificamos como “nosotros”. La relación con la alteridad es fundamental en el proceso de formación en tanto, como argumenta Ranciere, “es la formación de un uno que no es un yo o uno mismo si no que es la relación de un yo o uno mismo con otro”

No es casual que la introducción del Neoliberalismo como referente de la lucha del zapatismo esté asociada a la profundización de lo literario en el discurso del EZ. Es decir, forman parte de un proceso de nuevas formas de comunicación y articulación discursiva. En repetidas oportunidades el Subcomandante Marcos ha referido al aprendizaje político-cultural que supuso la experiencia zapatista y, en este proceso frente a la vieja retórica revolucionaria (y en muchos casos juntos a ella), aparecen nuevos imaginarios, conceptos, discursos para articular lo viejo en un nuevo juego de lenguaje que asigna otros significados a viejos significantes y produce nuevos. El caso de la Rebelión, como concepto vertebrador del discurso zapatista es un ejemplo de ello.

La rebeldía como significante vacío o la “dignidad rebelde” avanza en la construcción de una retórica ligada a la rebeldía. Este aspecto es de vital importancia ya que la rebeldía ha funcionado como lo que Ernesto Laclau definió como un “significante vacío”. Un significante vacío no es un término que varía de significación según su contexto (es decir, no es aristotélicamente equívoco) sino que nos habla de una imposibilidad estructural que exige una subversión de la estructura del signo. Es decir, desafía límites que no son nunca neutrales porque hablan de una operación de exclusión.
El zapatismo, excluido del sistema, debe subvertir la estructura para hacerse presente. La operación del sistema genera un tipo de exclusión que es en definitiva negación del otro identificando “la pura amenaza que ese más allá presenta al sistema (amenaza que a su vez, sin embargo, lo constituye)”
Es decir, hay una operación de negación-exclusión de los que no entran en el sistema, sin embargo eso produce la posibilidad de que las categorías excluidas cancelen la diferenciación impuesta “a través de la formación de una cadena de equivalencias de aquello que el sistema demoniza a los efectos de significarse a sí mismo”

A su vez la rebeldía es una actitud que no deviene de la clase. Mientras el marxismo pregonaba la dialéctica de la historia y los intereses contradictorios de clase, el discurso de la rebeldía concierne una especie de voluntad de serlo. No es necesario pertenecer a la clase portadora del sentido de la historia, ni estar poseído del Volksgeist, sino simplemente “ser rebelde”, hacerse rebelde, como una cuestión de voluntad de lucha contra el enemigo en común que habita en todas partes y en ninguna. A su vez, la rebeldía tiene la característica de ser un principio moral que deviene de la actitud de aquellos que “no soportan” la injusticia y que conforman un momento propio de una ética universalista.